Ir a la universidad solía ser la forma de adelantarse a la multitud. Un título universitario significaba que te dedicabas a estar mejor preparado para el mundo y para una carrera. Esos días se acabaron. Es posible que todavía estés por delante de muchas personas que no van a la universidad, pero el grupo de graduados universitarios no hace más que crecer. Los estudiantes universitarios enfrentan muchos desafíos.

La universidad como segunda escuela secundaria

Desafortunadamente, depender de una educación secundaria no es posible en los EE. UU. debido a que las escuelas no cuentan con fondos suficientes, las clases son demasiado grandes y los educadores están sobrecargados.

Muchos estudiantes llegan a la universidad sin saber cómo escribir un ensayo adecuado, lo que solía ser una habilidad básica necesaria para ingresar a la universidad. Esto ha presionado a las universidades para que comiencen educando a sus estudiantes con un segundo conjunto de conceptos básicos de la escuela secundaria. Esto ha frenado el avance de los estudiantes y ha devaluado el título universitario promedio.

Superar los desafíos académicos

Muchos estudiantes descubren que no son tan buenos en el aspecto académico como esperaban, especialmente en las materias que pensaban que querrían estudiar. Si resulta que la especialidad que deseas es demasiado desafiante, los sueños pueden frustrarse muy rápidamente. Los estudiantes no saben qué esperar y luego se decepcionan de sí mismos.

Esto ha llevado a que muchos niños tengan malos resultados y abandonen los estudios, trabajen demasiado e incluso se hagan daño a sí mismos porque no ven el panorama general. Siempre hay otra manera de terminar la universidad, pero puede ser difícil verla sin la orientación adecuada.

Problemas financieros

La mayoría de los estudiantes universitarios tienen que trabajar en su educación y esto puede agregar presión a un calendario ya abrumador de clases, estudios y también a las esperanzas de tener una vida social. Equilibrar todas estas cosas es abrumador, pero cuando a la mezcla se le suman presiones financieras, el estrés puede ser perjudicial.

No sólo es un desafío pagar la universidad, sino también poder pagar los libros, el alojamiento y los gastos mientras se toman clases. Mucha gente se ve obligada a dejar sus estudios porque no pueden ganar suficiente dinero en su trabajo a tiempo parcial.

Tantas distracciones

Si bien puede ser normal que los niños tomen notas en una computadora y tengan un teléfono celular, estas cosas pueden significar grandes distracciones durante las clases. En lugar de centrarse completamente en lo que sucede en clase, muchos estudiantes se salen con la suya jugando en sus teléfonos o computadoras, e incluso charlando con amigos y navegando en sitios de redes sociales.

Al crecer con estas opciones, los niños no son tan buenos en la concentración y el ritmo necesarios para tener un buen desempeño en clases magistrales que pueden ser enormes y anónimas.

Una educación equilibrada

Incluso los estudiantes más dedicados y concentrados pueden sentirse frustrados con los cursos de educación general. Si quieres ser médico, ¿por qué estudiar historia? Resulta que la universidad es un lugar donde aprenderás todo tipo de cosas, no sólo las habilidades específicas necesarias para realizar un trabajo. Tener una educación equilibrada es fundamental para convertirse en un miembro interesante y colaborador de la sociedad, algo que los empleadores valoran mucho.