Aunque perder un empleado puede estar fuera del control de la organización, es crucial que las empresas encuentren y retengan a los mejores talentos para tener éxito en la economía actual. Esto es especialmente cierto para las empresas más pequeñas que compiten con empresas con presupuestos mayores.

Hay muchas razones por las que un empleado puede decidir dejar su trabajo. Es posible que encuentren un puesto mejor, decidan volver a estudiar o que no puedan seguir trabajando por motivos personales.

Según la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos, reemplazar a un empleado puede costarle a su empresa entre 50% y 60% del salario anual de un empleado. Eso significa que si tiene que reemplazar un puesto que vale $80.000 al año, podría costarle hasta $48.000 contratar a alguien nuevo.

Si estas cifras le parecen altas, considere todo lo que implica contratar a un nuevo empleado, incluido reclutamiento, formación y horas de RRHH. Considere algunos retrasos en la producción y verá cómo se acumulan los costos. La lista de gastos puede seguir (y seguir), dependiendo del tamaño de su empresa.

Cómo retener a tu personal

El estudio explica además que existen variables específicas que los gerentes deben monitorear de cerca para predecir cuándo un empleado puede estar pensando en irse.

Éstas incluyen:

  • Actitudes de compromiso y satisfacción laboral.
  • Calidad de la relación entre el empleado y su supervisor.
  • roles y expectativas claramente definidos
  • oportunidades de promoción y crecimiento
  • cohesión del grupo de trabajo

Estos factores juegan un papel importante en la decisión de un empleado existente de irse o quedarse. Si un empleado obtiene una puntuación baja en alguna de estas áreas, es posible que tenga un ojo puesto en la puerta.

Vínculos, ajuste y sacrificios

Trabaja en estos 3 factores para “integrar” a un empleado en tu empresa.

Enlaces – Son conexiones que el empleado tiene con otras personas o grupos dentro de la organización. Cuantas más relaciones tengan sus empleados entre sí, es menos probable que quieran irse porque hacerlo puede poner en riesgo esas relaciones.

Adaptar – Describe cómo encaja un empleado en la cultura de la empresa. Si el empleado no se siente cómodo en su ambiente de trabajo, o si la empresa no satisface sus deseos y necesidades, entonces no le resultará difícil irse.

Sacrificios – Se refiere al equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Los empleados deben tener un punto medio entre ambos. De lo contrario, pueden sentir que están sacrificando demasiado y que no reciben una compensación suficiente.

Como suele ser el caso, las medidas preventivas pueden ahorrarle mucho tiempo y dinero. Los empleadores no deben esperar hasta ver el blanco de las cartas de renuncia de sus empleados antes de tomar medidas.
Céntrese en los vínculos, el ajuste y los sacrificios para fomentar un ambiente de trabajo satisfactorio. Esto conducirá a un mejor desempeño de los empleados, así como a una mejor retención de los mismos.