Una fuerza laboral virtual puede ser excelente para su negocio, ya que reduce los costos generales y maximiza la flexibilidad de los empleados. Sin embargo, ciertamente existen algunas consideraciones de gestión que son muy diferentes de las que requieren las fuerzas laborales tradicionales.
Cuando todo o la mayor parte de su personal no trabaja en el mismo lugar, debe ajustar su estilo de gestión.
Los mejores gerentes confían mucho en sus empleados virtuales, lo que les permite la libertad de trabajar individualmente sin permitir que se aprovechen de la empresa. Asuma lo mejor de sus empleados, recordando que no tienen que estar encadenados a sus escritorios (¡como no tendrían que estar en un entorno de trabajo de oficina!).
Esté atento a los resultados y, si su empleado no alcanza el objetivo, puede conversar sobre la gestión del tiempo y la confianza.
Asegúrese de que los empleados virtuales puedan autogestionarse hasta cierto punto. Necesita empleados virtuales que sean dignos de confianza y motivados, para poder confiar en que harán su trabajo sin tener a alguien físicamente allí mirándolos. Tome decisiones de contratación con cuidado.
Manténgase en contacto regular con los empleados virtuales y asegúrese de que estén informados.
Consulte con ellos para analizar su trabajo y los objetivos generales de la empresa. Asegúrese de compartir las buenas palabras que tenga sobre sus proyectos para mantener alta la moral.
Para mantener a todos contentos, asegúrese de que toda su tecnología esté actualizada y sea capaz de manejar una fuerza laboral virtual. Cuando algo se rompe o se vuelve demasiado obsoleto para funcionar bien, puede obstaculizar enormemente todo el lugar de trabajo.
Habla con tus empleados virtuales sobre lo que necesitan para hacer su trabajo.
Con trabajo en equipo y preparación, una fuerza laboral virtual puede ser un gran beneficio para su empresa.